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diario de Judith

No sólo hallarás aquí dulces confidencias. También todo misterio que me haya sido revelado en la medida en que pueda contarse con palabras.

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El camino de Ser Uno con la Humanidad. No es tan sencillo ser otro II.

Fue hace cerca de año y medio. Ya había conseguido tener el cuerpo de un hombre, pero hasta que no conocí a Karel no supe lo que era sentirme yo misma y espontáneamente como tal.
Nunca he hecho distinciones de género en mis gustos sexuales. Karel es un dulce y angelical chico al que fácilmente se le confunde con una bella doncella, todo un regalo para los sentidos y para el alma. Su contemplación causaba en mí un arrebatador impulso de rapto. Deseaba llenarlo, poseerlo, cubrirlo, protegerlo. Fue la primera persona con quien de verdad fui un hombre.
Así estaba yo de rara cuando vino Mayim unos días a casa. Era una época un poco triste de su vida y Santiago y yo nos volcábamos en mimarla. Santiago y ella tienen una conexión especial. Saben siempre donde está el otro y, como ocurre a veces con los hermanos gemelos, cuando uno se siente mal, el otro lo nota.
Era una tarde de lluvia y estábamos los tres sentados junto al piano. Ellos lo aporreaban y yo tenía que cantar una melodía con el discordante resultado.
Mientras iba a la cocina a por el café y los pasteles, una idea que rondaba muchos años en mi mente tomó forma. Reconocí el peso de ese juego, su carácter ritual. Los tres formábamos un símbolo viviente. Imaginé a Santiago, mi viril Santiago siendo una representación de la naturaleza masculina. A Mayim le otorgué el papel de la mujer entre todas las mujeres, de la femineidad.
Y yo estaba en medio.
Masculino y Femenino son dos fuerzas que se retroalimentan, dos naturalezas que se encuentran en cada una de las cosas del mundo. Toda persona está dotada de ambas. Conocer la que no le corresponde a su género es una buena forma de adentrarse en el autoconocimiento.
Muchos místicos de muchas religiones han seguido la senda de la búsqueda de la perfección, la totalidad, en la unión de ambas naturalezas en un sólo ser. En el erotismo sagrado hindú, por ejemplo, el místico busca esa perfección identificándose con una pareja divina.
Mediante el camino de la androginia (1), en la coexistencia de los contrarios, se alcanza la unidad del ser, la totalidad, la potencia. Nada del estado anterior se ha perdido, sólo se ha ordenado sin perder su potencialidad mediante un proceso de separación de ese todo desordenado para luego volverlo a unir.
Es lo que los alquimistas llaman solve et coagula. Lo que en el Tantra se encuentra en la unión entre Shiva y Shakti. La meta del Yoga.
Busco ese hombre total, libre de la diferenciación, de la separación (2).
Por eso quise ser de verdad otro. Para luego reunir a ese otro en mí. Transformándome en alguien nuevo sin que se destruyera nada de quien ahora soy.
Es un paso, un aspecto de mi camino hacia la unión con la Humanidad. Disolverme en ella para luego condensarme con ella en un nuevo ser. Ese es, para algunos místicos cristianos, el deseo de Cristo (3), el camino del Reino. Ese es el deseo de la Humanidad. Reunirse en comunión. Y quiero participar de ese deseo.
Así que primero debía aprender a ser mi otra mitad, para luego reunirme. Ese era el comienzo de mi plan; ser de verdad otro. Y ¿qué mejor otro que yo misma si hubiera nacido hombre?.
Una vez ese ser fuera de verdad alguien distinto de mi, tendría que volverlo a integrar, para así reunirlo con Judith en el Andrógino. Tal vez eso me enseñe a integrar a la humanidad, a amarla tanto como para reunirla en mi ser rompiendo así definitivamente la barrera del yo para ser Uno con el Todo.
Para eso traje a Dante a este mundo. Y mi vida es mucho más caótica desde que a veces soy él.
Por supuesto que lo que salía de ese piano sonaba fatal. No iba a ser fácil.

(1).- La entrada para Andrógino en el diccionario de símbolos de J.C. Cooper es especialmente descriptiva y bella:
"Andrógino. Perfección primordial; totalidad; coincidentia oppositorum; el estado incondicionado; autonomía; el paraíso recobrado; la reunión de las fuerzas primordiales macho-hembra; la unión del cielo y la tierra, rey y reina, ambos convirtiéndose en el uno, el padre y la madre de todas las cosas. En la alquimia, la Gran Obra es la producción del andrógino perfecto, la humanidad a la que se restituye su totalidad. [...]"

(2).-En el mito platónico del Banquete, se cuenta que en un principio los humanos era seres esfércios de tres clases: mujer-mujer, hombre-hombre y hombre-mujer. Eran tan poderosos que los mismos dioses los temían. Zeus fue quien los cortó a lo largo. Desde entonces una mitad hace esfuerzos para encontrar a la otra mitad de la que ha sido arrebatada. Y es por eso, según el mito, por lo que el amor empuja a los hombres unos hacia los otros. Tratan de sanar la naturaleza humana recuperando la antigua unidad.

(3).-
Según algunas leyendas judías, Adán era en un principio andrógino, hasta que Eva le fue separada de él. Según el Beressit Rabba, Adán era originariamente hombre en el lado derecho y mujer en el izquierdo. Y Dios lo dividió al cortarlo. La versión que nos ha llegado es una variación misógina de ese mito. En el Reino de Cristo la escisión de Adán se habría superado con la unión en el Andrógino.

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