<body><script type="text/javascript"> function setAttributeOnload(object, attribute, val) { if(window.addEventListener) { window.addEventListener('load', function(){ object[attribute] = val; }, false); } else { window.attachEvent('onload', function(){ object[attribute] = val; }); } } </script> <div id="navbar-iframe-container"></div> <script type="text/javascript" src="https://apis.google.com/js/platform.js"></script> <script type="text/javascript"> gapi.load("gapi.iframes:gapi.iframes.style.bubble", function() { if (gapi.iframes && gapi.iframes.getContext) { gapi.iframes.getContext().openChild({ url: 'https://www.blogger.com/navbar.g?targetBlogID\x3d7926155719755327671\x26blogName\x3ddiario+de+Judith\x26publishMode\x3dPUBLISH_MODE_BLOGSPOT\x26navbarType\x3dTAN\x26layoutType\x3dCLASSIC\x26searchRoot\x3dhttps://diario-de-judith.blogspot.com/search\x26blogLocale\x3des_ES\x26v\x3d2\x26homepageUrl\x3dhttp://diario-de-judith.blogspot.com/\x26vt\x3d1814785731851084173', where: document.getElementById("navbar-iframe-container"), id: "navbar-iframe" }); } }); </script>

diario de Judith

No sólo hallarás aquí dulces confidencias. También todo misterio que me haya sido revelado en la medida en que pueda contarse con palabras.

« principal | siguiente » | siguiente » | siguiente » | siguiente » | siguiente » | siguiente » | siguiente » | siguiente » | siguiente » | siguiente »

La Ciudad Maldita II. Las pesadillas de Danielle.


Danielle dormía en un banco de la cripta de la catedral. En voz baja su madre, Pauline, me puso en situación. El angelito tenía ocho años, el pelo rizado y pecas. Era muy activa y tenía a todos los niños de su colegio acobardados. Con el objetivo de cansarla, su madre la apuntó a karate y al club de excursionistas de Chartres. Fue en una excursión a un bosque cercano cuando sufrió el ataque de pánico y su secuela, el insomnio. Por el día la niña estaba normal, pero sufría de terrores nocturnos tan intensos que se negaba a cerrar los ojos o apagar las luces. Una mañana se escapó de casa y fue a parar a la Catedral, donde Santiago la encontró durmiendo como un tronco. Ya había pasado una semana desde aquel día y la madre estaba harta de que la cripta de una catedral gótica sustituyera a su acogedor cuarto color de rosa. Yo era el último recurso antes de la medicación. Santiago le había hablado de mis habilidades para ese tipo de problemas. Parecía que no había nada que perder.
Al mediodía nos dejaron a solas. Después de comer golosinas hasta la extenuación jugamos a la rayuela en un jardín con estatuas modernas que hay junto a la Catedral. Hacía un tímido sol que auguraba lluvia.
Le dije que era un mago muy poderoso y me contestó que si fuera de verdad tan poderosa no lo iría diciendo por ahí. Le hice una demostración haciendo salir un bombón de su oreja. Me quería creer.
Los niños tienen una gran imaginación y poder de convicción. Todavía no tienen muy arraigadas las leyes de la causalidad y si se les anima pueden llegar a saltárselas un poco.
No hace mucho había aprendido a aumentar la inercia de los pensamientos y las emociones y quería ayudarla a destruir ese miedo que no la dejaba dormir incrementando su sensación de control y eliminando así su indefensión y su ansiedad.
-Este es un caramelo mágico-le dije mientras lo desenvolvía ceremoniosamente-atrae a las pesadillas y las encierra. Conforme se consuma en mi boca, pasarán a mi estómago donde mis jugos gástricos las destruirán para siempre y nunca podrán volver.
-¿Has comido pesadillas antes? ¿De verdad que podrás digerir ésta?
-Por supuesto-Mentí.
-No puedo, eres una maga inexperta y la pesadilla te comerá a ti. No la recuerdo bien y eso haría fallar el hechizo. ¡Si ni siquiera tienes varita!
-No querrás que la vaya enseñando por ahí-saqué una ramita de roble que me había agenciado esa misma mañana. Harry Potter y Gabrielle me habían servido para anticiparme a las contingencias.- Ah, y no tienes que pensar en ella. Sólo tienes que hacer fuerza para expulsarla y rellenar el hueco que queda con otras cosas mejores para dormir.
Ella aceptó y sincronizamos nuestros esfuerzos. Las palabras mágicas eran más rimbombantes que poderosas, pero el bombón era delicioso. En mi boca se derretía el mejor chocolate del mundo.
Ella me miraba haciendo fuerza y yo busqué en sus ojos ese esfuerzo y lo hice crecer como el aire de un fuelle hace crecer un fuego purificador.
Lo primero que vi fue esa fuerza. Ella quería despegar del suelo pero no podía. Algo bajo sus pies la corroía. Intenté tirar de ella con fuerza, pero la pesadilla me cogió a mi.
No me podía mover, tenía los pies enraizados. Las rodillas me empezaron a temblar antes de que pudiera sentir miedo; el terror entró en mí como una onda de choque rompiendo toda concentración y con ella el hechizo. Algo me quitaba la sangre. Mi corazón bajaba por el estómago, mi mente se escurría por la columna vertebral hasta el suelo. Se llevaban todo lo bueno y en ese vacío no había esperanza. Grité con todas mis fuerzas, traté de levantar los pies y caí.
Cuando llegó Santiago tenía el pecho pegado al suelo y sentía mi propio peso muy profundo bajo tierra. Cuando me abrazó fue la primera vez que sentí al ángel que vive en él. Todo había pasado. Danielle lloraba en los brazos de su mamá y yo en los de Santiago.
Nunca hemos hablado con ellas sobre lo que ocurrió esa tarde. Quitarle las pesadillas no era tan sencillo. Yo era desde luego una maga inexperta. Había llegado el momento de empezar a dejar de serlo.

  1. Anonymous Anónimo | 4 de abril de 2013, 1:05 |  

    Whаt's Happening i'm new to this, I stumbleԁ uροn this I have found It рositively usеful and it has helped me
    out loadѕ. I hope to gіvе a contribution & aid ԁifferent customerѕ lіκe its hеlpеd me.
    Good job.

    Take a look at my websіte - may anh

deja un comentario